Mensajes de diversas orígenes

 

sábado, 20 de septiembre de 2025

Debéis aprender a silenciar dentro de vosotros las Voces, los Deseos, despojaros de todo aquello que agobia vuestro Ser, vuestros Pensamientos, y dejar que vuestro Espíritu domine vuestra Alma.

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 14 de septiembre de 2025

 

[EL SEÑOR]

Hijos, debéis pasar por muchas pruebas para ver o vislumbrar la Luz.

Hijos, para entrar en la Luz, debéis aprender a meditar en silencio; debéis aprender a silenciar las voces y los deseos dentro de vosotros, despojaros de todo aquello que agobia vuestro ser y vuestros pensamientos, entrar en el silencio del corazón y dejar que el espíritu domine el alma interior. El alma también debe aprender a callar para oír, llegar a ser y estar toda oyente, guiaros por el camino y llevar las Aguas Vivas que fortalecen y regeneran.

Lejos del mundo, el hombre encuentra paz en la contemplación y se le muestra el camino. En los tiempos venideros, debéis aprender a vivir en el mundo sin ser del mundo. Solo la oración os guiará por el camino, pues os trae interioridad, silencio, contemplación, entrega y don de vosotros mismos a las exigencias del Cielo. No busquéis controlar, sino dejad que os guiéis; aprended y permitid que entre en vosotros el camino del silencio y seguid sus huellas, porque os conducirá al corazón del Entendimiento que Yo soy.

Sed simples, abiertos, atentos, pero también constantemente recogidos en el Cielo de Mi Corazón. Caminad conmigo, conversad conmigo, y dentro de vosotros fluirán las Aguas Vivas para daros el Fruto de la vida, irrigar vuestros jardines y traer os la Llama de Agua Viva. Convertíos en entrega, sed entrega, y el río subterráneo del corazón se vestirá con una Llama viva. En silencio, se os muestra el camino; en el corazón, buscad la vida, la verdadera vida, la vida que da fruto, el fruto de la Vid, y el Vino fluirá hacia los corazones y vivificará a los más necesitados.

Hijos, solo en silencio está el camino, un silencio que cierra el paso a los túneles del mundo y sus trampas.

La semilla se da a aquellos que abren su corazón al Maestro y Señor. No esperéis nada del mundo y trabajad en el silencio del corazón para extender la paz y combatir el odio y el juicio.

Oración, hijos, es entrega y don, don de uno mismo, apertura del corazón en el Corazón de Dios. Silencio, hijos, os lleva a Mi Morada, y en Mi Morada, el hombre se regocija. ¡Oh alegría del corazón que se une al Corazón de Dios! Se necesita tiempo para crecer, se necesita tiempo para aprender a callar y entrar en silencio. En silencio, ¡el camino! El camino hacia la ascensión se ofrece a todos. Es sobre vuestras rodillas donde entraréis en la Morada; quien dobla su espalda rompe su propia voluntad y aparece ante él la Luz. La grandeza está en la humildad, y en la humildad está el camino.

El tiempo viene rápidamente; se da la morada al hombre que se entrega a sí mismo. La entrega es un don, y el don es una apertura hacia lo Infinito. Lo finito cierra el paso.

Veréis el Sol de Dios siguiendo Mis pasos, escuchando Mi Palabra de vida, practicando Mi Ley de amor. Aprender a amar es aprender a silenciar los propios deseos para caminar por Mi camino. Veréis el Sol de Dios si cerráis la puerta a todos los vientos malignos. Llegará un tiempo en que los hombres serán azotados por todos los vientos y tendrán que mantener su rumbo en la Abode del Cielo. En silencio, aprended y entra en contemplación, y lejos del mundo, seréis arrastrados por la Palabra de vida que nutre las almas y espíritus de los hombres.

Hijos, caminad sobre el único camino que trae paz; romped las ruedas de lo viejo para entrar en lo Nuevo. El camino está abierto. Venid a orar y adorar en silencio en Mis lugares; venid a encontrarme y Yo os traeré las Aguas Vivas que fortalecerán vuestras moradas y abriréis el camino ante vosotros. Venid a rezar en Mis patios, venid a recargar energías en Mis Tabernáculos donde Estoy. No esperéis, porque se acerca la eclipse que barrerá lo Viejo. Abrid vuestros corazones a Mi Presencia, y seréis nutridos y regados con el Fruto de la Vida.

Hijos, venid en oración y Yo vestiré vuestras almas con Mi Sello. Hijos, os estoy esperando.

Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr

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